Estoy llena de sensaciones. En un punto en el que me congelo tibiamente.
Hoy difruto no entender que es lo que siento.
No se ni que digo.
Discúlpame...
Discúlpame por no tener congruencia en mis palabras,
por tener deshabilitada la lógica,
Discúlpame por mis ganas de escribirte no se que cosas.
Mi pulso se acelera tanto que puedes escucharlo aún con la lluvia sentándose en el techo de mi alcoba.
Siento como la presión me recorre queriendo abrir mis venas.
Deseando abruptamente crear nuevos canales.
Mi cuello está tan tibio que todo aquí huele a mí.
Muero. Muero feliz.
Muero feliz solo de imaginarte.
Muero como siempre he querido vivir.
Deseo besarte.
Si pudiera besarte...
Lo haría lentamente para no acabar nunca.
Lo haría tan apasionadamente para envolverme en tu aliento.
Lo haría de la única manera que sé hacerlo.
Lo haría de la mejor manera.
Te llevaría conmigo a donde puedo volar.
Te invitaría a correr sin parar.
Te robaría algunas horas de tu vida, para compartirlas donde la luz viene de dentro.
Desearía guardar mi piel en un recuerdo de nuestro encuentro.
Desearía que tus dedos dibujaran en mi cuerpo.
Es como si supieras tanto de mí.
Como si entendieras algo que yo no puedo ver.
En la lluvia ahogo mis sonidos.
Recargados en tu cuello mis labios.
Deseo abrazarte.
Con tus palabras me desarmas y con tus besos me vuelves a unir.
Gracias por hacerme olvidar el frío.
Hoy disfruto de mi silencio.
